Se estima que el cerebro humano cuenta con más de 80.000 millones de neuronas. El siglo pasado se inventó una forma de «escuchar» la charla eléctrica que existe entre algunas neuronas usando electrodos de metal, pero hasta el momento sólo se han podido grabar unas cuantas de estas conexiones de forma simultánea.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de los Estados Unidos (DARPA) está anunciando que van a financiar un ambicioso proyecto que buscaría grabar millones de charlas entre neuronas de forma simultánea en un cerebro humano vivo. Con esto se buscaría superar uno de los obstáculos más importantes de la historia de la neurociencia, que es registrar la actividad desde el interior del cerebro humano para entender y corregir padecimientos.
Interfaz cerebro-ordenador avanzada
La startup ‘Paradromics’ es la responsable detrás de este proyecto donde DARPA está aportando 65 millones de dólares para hacerlo realidad, el proyecto se basa en conexiones de banda ancha que ayudarían en los tratamientos de ceguera, parálisis y trastornos del habla, entre otros padecimientos, donde incluso se habla de poder restaurar sentidos perdidos.
Según sus creadores se trata de un «cerebro-módem» equipado con circuitos flexibles conocidos como ‘neurograins’, los cuales se colocarían sobre el cerebro para crear un enlace de datos sin fisuras y retrasos entre el cerebro humano y un ordenador. Estos neurograins son pequeños cables con el grosor de un grano de arena, equipados con microscopios holográficos capaces de observar millones de neuronas a la vez.
La ventaja de este implante es que funcionaría de forma inalámbrica y permitiría la conexión y envío de datos en ambos sentidos, no sólo del cerebro al ordenador. El aspecto de estos cables o hebras es muy similar a lo que tenemos hoy día en la fibra óptica, sólo que ahora está centrado en establecer un contacto eléctrico con un gran número de células cerebrales al mismo tiempo.
Según la compañía, el extremo de cada hebra se podrá afilar para crear una superficie muy similar a la de un cepillo, sólo que en este caso cada hebra entrará en el cerebro como si fuese una aguja.

Fuente | Xataka